Tejiendo la vida
sábado, 11 de mayo de 2013
TEJIENDO MI VIDA
Que entretenido, tener la posibilidad de poder armar, día a día mi tejer, corriendo el riesgo de hacer un nudo, saltarme un punto, o quizás volver a empezar lo que en la mañana comencé.
Tejer y tejer, no cansarme de hacer, ya que sé, que mi avanzar puede ayudar a muchos, sin quizás darme cuenta de la profundidad. ¡Ay que susto! sólo pensar que una palabra o un mirar puedan dañar y armar un nudo en mi caminar.
El abanico de opciones en este andar, se agranda y se agranda a mi tejer, ya que sueños e ideas son mi alimentar que cada día crecen más.
Son como plantas, pequeñas, de mucho cuidar, que a medida que crecen, llenan el lugar, con sus hojas preciosas de forma irregular y frutos de muchos colores, que están al paso, para alimentar, a todos los que quieren jugar a soñar.
Me gusta tejer, con hilos de verdad, y que cada una de ellos, pueden armar su propio andar, y su propio soñar... donde todos juntos, armen un telar, que no hay ojos en el mundo que ha visto jamás.
El mundo es grande y no quiero parar, de conocer a miles con este soñar y tejer en este mundo, que se olvidó como girar, y los que están arriba no saben como bajar.
Es por eso, que mi anhelo es armar, un tejido tan espectacular, que todos quieran ayudar al mundo a saber la verdad, que es lo único que nos hará libre de este mal, el que tiene cautivos a los que quieren plantar y tener frutos de verdad.
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Tu vida Paulina ha sido un gran andar de muchas madejas tejiéndolas en su andar con colores. Me ayudaste a aprender a tejer este hoy mi caminar. Gracias!!!. Aunque hago muchos nudos y muchos puntos se me van en este tejer, tu siempre estas para reparar ese equivocado caminar. El mundo necesita mujeres como tu, valientes, que van librando a los cautivos, a los que quieren plantar y tener frutos de verdad. Ellos te conocerán y despertarán a la verdad.
ResponderEliminarGracias Marcia, tu eres uno de esos hilos de verdad... que caminando y caminando has tejido en verdad....
EliminarPaulina
La clave es dejarse enseñar. Soltar la antigua forma de tejer, y guiarse por esa que extiende el telar hacia los demás. Un telar que cada día puede cubrir a más personas, que se refugien bajo esa verdad compartida.
ResponderEliminarUn abrazo