LA MUJER...

Entendiéndolas y entendiéndome...primero tengo que contar, que agradezco, al que me hizo, el poder ser yo una más.

Las he admirado siempre, sin yo haber tocado, aún, esa calidad.

Frágil, es su condición pero poderosa en ella, no llegando a ser lo que el mundo detesta.

Trabajadora, hasta desmayar, sin escatimar las consecuencias de su actuar. Fuerza y honor son sus vestiduras y se ríe de lo que vendrá.

Atenta, como un radar, dispuesta a afrontar lo que viene, a su pesar...

Dando la mano una vez más, a toda situación que viene en dirección, directa en contra, de su bienestar.

Ay mujer, no caigas en el sentir que hay en este mundo, que no acepta la verdad, y a la larga, va en contra de nuestra identidad.

Así  dicen por ahí, que eres menor en la creación y que luchas, con todo tu ser,a igualarte a él y en ese tratar, pierdes la belleza de ser la mujer que asume su identidad...

He escuchado a algunas decir, a pesar de no querer oír, ya que siento que es caer, en la seducción de tejer, lo que  va en contra de mi ser.  

¿La mujer? es considerada como piedras preciosas en su recto caminar...es una mujer de confiar, su esposo la ama, ya que no hay lucha entre ellos, debido a la claridad de lo que cada uno debe aportar...ella busca el bien de la familia y eso produce estabilidad.

Decide tener hijos, para cuidar, durante los años del apego, y en su dirección en el caminar, en esta vida adversa, donde el niño, no sabe actuar... es por eso que las madres, con su don maternal, no abandonan a sus hijos para entregárselos a una entidad.

Y Dios opina sobre ellas, con mucha claridad y dice lo que piensa, con respecto a las que fueron  hechas semejante a la deidad, El dice en su palabra que el hombre no se debe engañar frente a la hermosura de ellas y esa gracia de conquistar.